Conciertos

 

30-05-2013

Fiesta 30 aniversario Munster. Sala Siroco, Madrid


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La cosa tiene tela y nos hace a todos un poquito viejos. La criatura creada por un adolescente Iñigo Munster enfermo de rock’n’roll junto a su hermano Gorka (posteriormente frontman de una de las propuestas más excitantes en su día como fueron La Secta) alcanza la treintena de edad. Ejemplo de resistencia encarnizada como pocos. En efecto, hace ya 30 años que los hermanos Pastor parían el fanzine “La herencia de los Munster”, simiente de lo que posteriormente llegó a ser el imprescindible label Munster Records que tantas alegrías nos ha dado y tanta música imprescindible nos ha descubierto. Ya desde el principio se advertía una amplitud de miras hacía todo sonido del underground y el rock’n’roll en sus múltiples manifestaciones (en su primer número rendían tributo a propuestas tan distintas entre sí como Psychic TV y los Cramps), que no sólo se ha mantenido sino que se ha acrecentado con derivaciones hacia el soul latino, el más añejo rythm&blues o la música exótica. Tocaba, por tanto, celebrarlo, y que mejor que hacerlo con unos buenos conciertos y música pinchada en crudo vinilo hasta altas horas de la madrugada. 

 

El cartel elegido, no podía ser de otro modo, ejemplifica perfectamente el eclecticismo del sello, con tres apuestas bien distintas entre sí y con cierto toque podríamos decir hasta multigeneracional. Así fue como uno de nuestros más grandes pioneros, Micky Carreño, abrió fuego cabalgando sobre su colosal banda basada en una formidable mixtura entre Los Imposibles y los Imperial Surfers. Le pegaron un buen repaso a algunos de los temas más emblemáticos de Micky y Los Tonys, donde cabe tanto la agitación rebelde y contestataria de “I’m over” como la suave languidez de “Tú serás muy feliz”. De modo que la mayor parte del set se basó en los pepinazos que compusieron lo mejor de la parte sonora de la fundamental “Megatón Ye-Ye” (Jesús Yagüe, 1965), acertado ejemplo de “pop cinema” deudor de las cintas británicas con las que Richard Lester ayudaba a difundir la beatlemania por todo el globo terráqueo. “Sulphur Soup”, “Ya no estás”, “Sha la la”… pero hubo más… el anfetamínico rythm’n’blues de “Up and down”, el guiño comercial de su éxito “Buribú”, la vacilona visión Kinks de “El problema de mis pelos” o la vodevilesca “No quiero ser un vago” remitiendo a otra de las grandes producciones cinematográficas pop de la época, “Codo con codo” (Víctor Auz, 1967), donde Micky compartía protagonismo con el titánico Bruno Lomas y la inefable “Tanqueta de Leganitos”, nuestra querida Massiel.   

 

La nostalgia de Micky se ejecuta a guitarrazo limpio, con unos Colosos del Ritmo que son ya una locomotora imparable de electrizante rythm&blues, arropando a un Hombre de Goma que sigue manejando el escenario, su hábitat natural, a su antojo. Sin duda suya fue la actuación más bullanguera y animosa de la noche. 

 

 

 

Heredero del rock’n’roll que introdujeron en España Micky y demás pioneros es Pau Loewe, músico y escultor barcelonés al que conocíamos de aventuras imprescindibles para los amantes de sonidos surf y frat como los Born Losers, Kongsmen o los Fabulous Ottomans. Akron es su nueva aventura. Una propuesta instrumental visual y musicalmente retrofuturista que ha sido reflejada en su LP “Voyage of Exploration”. Y en efecto, Pau se transforma en un explorador de sonidos sintetizador en mano, pero demostrando en todo momento que sigue siendo uno de los guitarras más deliciosamente cool de este país. Para su formato en directo Akron se transmuta en trío de teclados, guitarra y bajo. Y la cosa funciona, creando una atmósfera atómica y espacial a lo Joe Meek en la que uno pudiera imaginarse que los tres protagonistas realmente habían dejado aparcados sus platillos volantes en la calle San Bernardo. Una gozada.  

 

 

 

Y como si se tratase de una explosión perfectamente controlada, los últimos cartuchos de dinamita corrieron a cargo de Espasmódicos. Banda paradigmática del malditismo que rodeó a gran parte del punk 80’s español, ese que no tenía nada que ver con movida alguna y apenas llegó a los medios. Revitalizados y reivindicados hoy día entre otros por precisamente Munster Records (quienes reeditaron su escasa pero vital discografía), la actual reencarnación del espídico combo goza de buena salud manteniendo a J.Siemens y Maguu como cabezas visibles de los tiempos primigenios, los cuales en directo también disparan andanadas de su posterior comando musical, TDeK, estos sí con mayor carrera que Espasmódicos, y que incluso llegaron a ser pioneros del hip-hop español con aquello de Masters TDK. Siguen transmitiendo peligro y urgencia a partes iguales y escupiendo rabia como si no hubiera mañana. Desde los primeros acordes del “Días de destrucción” con el que abrieron su actuación hasta el frenético “Enciendes tu motor” final dieron una lección de autenticidad punk muy apreciable en estos tiempos de hoy en los que todo se ha enfarragado en un maremagnum de modernos dispuestos al saqueo y de revistas de tendencias dictando los derroteros que debieran seguir hoy día géneros como el punk o el garage. 

 

Al fin y al cabo, y más allá de la saludable amplitud de miras con la que Munster Records nos ha facilitado el transitar por nuevos caminos musicales, hay que reconocer que esta es otra de sus impagables labores: la de ayudarnos a distinguir el grano de la paja. Brindemos por otros treinta como mínimo.  

 

Fotografía: Javier Tresguerres 

Autor: Pepe Kubrick

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